La fisioterapia es una profesión sanitaria que ofrece una alternativa terapéutica para mejorar la calidad de vida manteniendo, mejorando y recuperar la funcionalidad y autonomía de la la persona. Tratando síntomas de múltiples dolencias, tanto agudas como crónicas, por medio de la terapia física (técnicas que utilizan frío, calor, luz, electricidad, agua, masaje) y ejercicio físico terapéutico (individual o en grupo).
La población de la tercera edad crece cada vez más y con frecuencia nuestros mayores sufren diferentes enfermedades con las que luchar disminuyendo así su calidad de vida. Ante esta situación no están solos, la Fisioterapia Geriátrica les puede ayudar a restablecer y mantener muchas funciones mediante terapia física.
Toda persona al hacerse mayor progresivamente empieza a perder capacidad motriz, reflejos y fuerza muscular y por lo tanto deja de moverse y de realizar ejercicio con la consecuente pérdida de elasticidad y de capacidad de esfuerzo. Actitudes sedentarias, caídas, fracturas, operaciones, accidentes vasculares cerebrales, enfermedades de base que sufren … pueden hacer que este envejecimiento progresivo sea más rápido o hacer necesaria ayuda / supervisión para realizar todas o parte de las actividades de su vida diaria. Esto se acompaña de un descenso de la autoestima para verse con esta necesidad de ayuda.
La fisioterapeuta de nuestra residencia geriátrica es una profesional de la salud sensibilizada con las necesidades de las personas mayores y puede ayudar en este proceso de envejecimiento y recuperación funcional.

La fisioterapeuta de la residencia se encarga de:

Hacer una valoración inicial de Fisioterapia para conocer, evaluar, informar sobre el estado y expectativas de evolución del residente en cuanto su autonomía y funcionalidad.

Valorar la necesidad de utilizar ayudas técnicas y enseñar su correcto uso para favorecer su autonomía como pueden ser el uso ahora bastón, muleta, andador, silla de ruedas, …

Realizar una Pauta individual de fisioterapia, realizar los tratamientos y técnicas rehabilitadoras y hacer un seguimiento y evaluación periódica

Asesorar al resto de profesionales y familiares sobre pautas de movilizaciones, transferencias, higiene postural y cuáles son las precauciones que se deben tener en cuenta en el residente y qué capacidades hay que promover.

Participar en el equipo multidisciplinar del centro para crear un óptimo plan integral de atención individual (PIAI) de cada residente.

Procurar un envejecimiento activo de los residentes promoviendo la participación (en función de sus capacidades) en actividades de ejercicio físico terapéutico:
– Paseos En grupo
– Gimnasia en grupo
– Pautas individuales de fisioteràpia
– Activitats de psicomotricidad